En el velatorio de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía de seis disparos, por un criminal de 29 años y su supuesta pareja, una menor de 15 años embarazada; se vivieron imágenes dramáticas, especialmente cuando el padre y el hijo de Roberto se fundieron en un abrazo entre llantos e inmenso dolor en la puerta de la casa de sepelios.

Pedro, el padre de la víctima, expresó que: "“La noche fue muy mala. Todos estos días y lo que vienen vamos a estar mal. No hay vuelta atrás. Lo único que me tiene en pie es la gente desconocida que se acercó. Gente que pasa, para y deja una flor en el kiosco”.

Por su parte, Nicolás el hijo del hombre ultimado dijo que: "Quiero aclarar también que se está rumoreando que nosotros vamos a hacer una marcha en el centro, en Plaza de Mayo o en el Congreso. No es cierto que la convoquemos nosotros. Mientras sea con respeto y en nombre de mi viejo es más que bienvenido y si llegamos hacer algo es en Ramos”. aclaró.