Luego de la toma de, aproximadamente, 20 colegios, el gobierno porteño realizó 21 denuncias a los padres por daños y prejuicios. Ademas, les exige el sueldo de los docentes y los no docentes por los días que no hubo clases. El estimado de la cifra por la demanda civil, es de 50 millones de pesos. 

Los últimos días de septiembre y los primeros de octubre, los alumnos le recamaron a las   instituciones que pertenecen una mejora en las viandas escolares, la “persecución política” a los centros de estudiantes, se negaron a las practicas laborales obligatorias en empresas y mejoras en el edificio. 

Esto generó cambios en el plano educativo. La ciudad tomó la decisión de ampliar el calendario escolar, en aquellos colegios que fueron tomados por sus estudiantes.Algunos de ellos fueron: el Mariano Acosta, el Lengüitas, el Liceo 5, la Osvaldo Pugliese, el Nicolás Avellaneda, el Mariano Moreno, entre otros. 

La finalización de las clases,en las escuelas secundarias que fueron tomadas, se iba a dar el 2 de diciembre pero se extenderá dependiendo de la cantidad de tiempo que duró la medida de fuerza. La extensión será obligatoria para todos los alumnos, de los colegios ya nombrados, y aquellos alumnos que participaron de las tomas se pueden llegar a quedar libres y perder su condición de alumno regular por faltas no justificadas en caso de no cumplir con el 85% de asistencia del bimestre.