La primera candidata a diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, del oficialismo, fue a la ciudad de La Plata, de la que es además concejal, a repartir volantes en medio de su campaña electoral.

La candidata alternó buenas y malas, hubo quienes aseguraron que la votarían y otros que rechazaron sus boletas y aseguraron que jamás votarían al kirchnerismo. De todas formas, sobrellevó el momento con hidalguía.