Solanas: "Las reformas que propone el Gobierno politizan la Justicia"
El líder de Proyecto Sur informó que su espacio firmó un documento con "otras agrupaciones de izquierda" distinto del que firmaron distintas fuerzas panradicales y del FAP.
El presidente del bloque kirchnerista en el Senado, Miguel Pichetto, invitó para mañana al Centro de Estudios Legales y Sociales a exponer sus cuestionamientos al proyecto de reforma de las medidas cautelares. Para la ONG presidida por Horacio Verbitsky, la limitación de las cautelares es “de dudosa constitucionalidad”.
Para el CELS, esa propuesta del Ejecutivo “afecta la tutela judicial y efectiva de los derechos de los sectores más desprotegidos y colisiona con la Convención Americana de Derechos Humanos”. Para su referente, el periodista Horacio Verbitsky, “algunos de los proyectos son excelentes, otros son buenos, los hay regulares y también malos e incluso uno que incurriría en restricciones inconstitucionales a derechos básicos”.
Para el CELS, “no es aceptable equiparar las cautelares en casos meramente patrimoniales, en los que el Estado suele ser la parte más débil de la relación, con aquellas que pueden oponerse a ciertos actos estatales violatorios de derechos fundamentales a favor de personas o colectivos indefensos. Si el problema es el Grupo Clarín, no hay por qué desamparar a los condenados de la tierra”, argumentó Verbitsky.
Los proyectos se debatirán entre miércoles y jueves en la Cámara alta y, de obtener media sanción, irán a Diputados.
Por Continental, el diputado Fernando “Pino” Solanas, líder de Proyecto Sur, informó que su espacio firmó “junto a otras agrupaciones de izquierda” un documento “en contra de las iniciativas de reforma del Poder Judicial”. En Magdalena Tempranísimo, aclaró que es un texto distinto al que ya presentaron el radicalismo y la Coalición Cívica, y remarcó que están “denunciando cosas más duras, entre ellas que hay un pacto de impunidad”.
El cineasta coincidió con el CELS en que “limitar las cautelares es inconstitucional” y lo consideró “una manera de politizar la Justicia”, algo negativo, a su juicio. Finalmente, se mostró molesto con las versiones que lo mostraron adhiriendo al documento del panradicalismo y el FAP contra la reforma judicial, texto que, insistió, ni siquiera le alcanzaron.