Como consejo, parece ser bueno. Si le aceptaste un cargo a Kim Jong Un, el "Querido Líder" de Corea del Norte, y te pide una videollamada, arma la videollamada, porque las consecuencias pueden ser indeaseadas.

Kim tomo la decisión de ejecutar a un funcionario de su gobierno porque no pudo organizar suficientes videollamadas y se quejó por la carga de trabajo. El ministro de Educación de alto rango del que no se divulgó el nombre, fue condenado a muerte por el gobernante tras realizar una investigación que determinó que su área de incumbencia no estaba consiguiendo un progreso satisfactorio.

Según un documento difundido, que reflejaba que no se estaba haciendo lo suficiente para "implementar correctamente la Ley de Educación a Distancia".

"La OGD realizó una investigación porque la comisión no logró ningún progreso y porque algunos habían criticado las políticas del gobierno", decía el comunicado. Según los informes, las acusaciones también incluyeron a miembros del departamento que "se quejaron en cada reunión" sobre su trabajo, y otros cuestionaron la falta de recursos proporcionados por el estado.

Tras la muerte del ministro, que no se reveló por medio de que método se llevó a cabo, la nueva comisión ha sido 'reorganizada' bajo la dirección de Ri Guk Chol, presidente de la Universidad Kim-Il-Sung, agrega el informe. Y entre las nuevas medidas, "tienen previsto realizar videoconferencias de forma periódica", confirmó una fuente.  Precavido el señor Ri.