Comenzó el primer paro nacional del sindicalismo antiK, con piquetes en todo el país y el apoyo de la Federación Agraria y la Sociedad Rural.

La medida de fuerza por 24 horas está encabezada por la CGT de Hugo Moyano, la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y la CTA maximalista de Pablo Micheli.

Reclaman la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y el pago de la deuda con las obras sociales sindicales.

Para los organizadores, “es altísima la adhesión al paro. La ciudad de Buenos Aires parece en un día feriado”, se ufanó por Continental Carlos Chile, dirigente de CTA Capital.

En Magdalena Tempranísimo, consideró que el Gobierno “no escucha a los trabajadores, que ven que sus salarios están cada vez mas deteriorados”.

Sin embargo, en otro orden, Chile ratificó la suspensión de la gran marcha que se planeaba desde hacía semanas hacia la Plaza de Mayo. La idea inicial de Micheli era sumar a su movilización a Hugo Moyano, quien primero declinó su presencia pero confirmó la de militantes de su espacio gremial, para luego eliminar también esta participación. Finalmente, y ya iniciada la huelga, la CTA de Micheli se vio obligada a suspender la marcha hacia la histórica plaza.