El domingo por la noche, se produjo la fuga de nueve detenidos del edificio anexo de la Comisaría Vecinal 1 B de la Policía de la Ciudad en San Telmo, Buenos Aires. Dos de los evadidos fueron recapturados rápidamente, mientras que los otros siete continuaban siendo buscados, incluso con la ayuda de un helicóptero que sobrevoló la zona durante la madrugada.

La fuga fue descubierta por un cuidador al escuchar ruidos sospechosos en una celda y darse cuenta de que faltaban nueve detenidos. Se activó un alerta y se desplegó un operativo de seguridad, involucrando a diversas dependencias policiales y al Centro de Monitoreo.

Los detenidos evadidos tenían diferentes situaciones procesales, desde prisión preventiva por delitos como robo y tentativa de robo, hasta detenciones sin medida judicial por hurto o averiguación de ilícito.

Las autoridades, incluyendo al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, han señalado la superpoblación en las comisarías de la Ciudad y la necesidad de trasladar a los detenidos al Servicio Penitenciario Federal. Se destaca que las comisarías no están preparadas para albergar detenidos por períodos prolongados, y que la superpoblación carcelaria es un desafío importante.

La Procuración General de la Ciudad ha demandado al Estado Nacional para que el Servicio Penitenciario Federal reciba a todos los detenidos alojados en comisarías y alcaidías porteñas, dado el exceso de ocupación en el sistema carcelario.

La situación se ve agravada por las condiciones precarias en las comisarías, donde se evidencia superpoblación, falta de infraestructura adecuada y problemas en la higiene y alimentación de los detenidos. La superpoblación carcelaria y las condiciones inadecuadas en las que se encuentran los detenidos en las comisarías de la Ciudad representan un desafío urgente a abordar.