El gobierno de Daniel Scioli formalizó su pedido al Ejecutivo Nacional para “rediscutir la ley de Coparticipación Federal” y “la eliminación del tope” al denominado “Fondo del Conurbano” bonaerense.

Lo hizo a través de su jefe de gabinete, Alberto Pérez, quien presentó la solicitud al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

Aunque evitó responder a la decisión del gobierno nacional de brindar ayuda financiera directa a los municipios pasando por encima de los gobiernos provinciales en vísperas del año electoral, Pérez le envió una carta al ex ministro de Agricultura.

Le pidió “una audiencia con el propósito de dialogar sobre dos asuntos trascendentales para nuestra provincia”.

“Se trata de la necesaria rediscusión de la Ley de Coparticipación Federal vigente, así como la eliminación del tope de 650 millones de pesos que se destinan a nuestra provincia por el Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense”, señala la misiva.

Después añadió que “en mi carácter de jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, asistiría al encuentro acompañado por la ministra de Economía, Silvina Batakis”.

“En tal sentido, conocedor de su clara vocación bonaerense, no dudo que usted estará abierto a recibir nuestras ideas y anteproyectos, en el marco de un diálogo franco y muy necesario”, remarcó Pérez.

El reclamo básico del mandatario provincial radicaría en la eliminación del tope de 650 millones de pesos del Fondo del Conurbano que no se actualiza desde las administraciones de Eduardo Duhalde y Carlos Menem.

El Fondo del Conurbano Bonaerense fue creado en 1992 para compensar a Buenos Aires por la pérdida de recursos en el reparto de la coparticipación durante el gobierno de Raúl Alfonsín y el gobernador Alejandro Armendáriz, pero en 1996 con la ley 24.621 el monto para ese distrito quedó fijo.

Se estableció entonces que el 10 por ciento de lo recaudado por el impuesto a las ganancias se transfiere a la Provincia de Buenos Aires, hasta llegar a un tope de 650 millones. A partir de ahí, el excedente se reparte entre todas las provincias según el mismo coeficiente que se utiliza para la coparticipación.

El tope de 650 millones provocó que otras provincias sean más beneficiadas que Buenos Aires por el fondo. Mientras ésta sigue recibiendo ese monto fijo, Santa Fe recibió 1.449 millones en 2012, y Córdoba 1.437 millones de pesos.

Incluso, provincias relativamente más pequeñas, como Chaco, recibieron más fondos que Buenos Aires: 804 millones de pesos.