Con un gol en contra de Pol Fernández a los 8 minutos del primer tiempo, San Lorenzo le ganó el clásico a Boca por 1 a 0 y se afirmó como escolta de River en lo alto de la tabla de la Liga Profesional de Fútbol. Conducido por el Perrito Barrios, que fue la gran figura del encuentro, el equipo de Rubén Insúa le arruinó el debut a Jorge Almirón como técnico del Xeneize.

Si bien no resultó un partido bien jugado, la intensidad, los nervios y el entorno lo transformaron en muy interesante. A Boca le costó generar peligro y sólo tuvo al colombiano Sebastián Villa como argumento de desequilibrio durante los 90 minutos. San Lorenzo, a partir de la ventaja tempranera, se acomodó para jugar de contragolpe y le cedió la pelota al rival. El Ciclón se acomoda mucho mejor en su campo y aprovechó la claridad de Barrios y la velocidad de Legui para amenazar de manera permanente con la posibildiad de estirar el resultado.

En el segundo tiempo, y después de la expulsión de Nicolás Figal, la tendencia se acentuó, y Boca siguió mostrando sus limitaciones. Seguramente, Almirón se tiene que haber retirado muy preocupado del Nuevo Gasómetro porque su equipo mostró pocos argumentos como para que sus hinchas se ilusionen.