Tanto la Copa Libertadores como la Copa Sudamericana son objetivos muy atractivos para los equipos argentinos. Porque tienen prestigio, porque aportan mucho desde lo económico y porque la mayoría de los equipos locales son altamente competitivos a nivel internacional. Pero en este caso, se encuentran en una encrucijada. La Copa de la Liga Profesional entra en tiempos de definición y una eliminación prematura puede significar un sismo, al menos para los equipos grandes.