El gabinete completo del gobernador bonaerense Axel Kicillof puso sobre el escritorio del mandatario todas sus renuncias para que Kicillof defina a gusto con quien quiere continuar su gestión, después de la derrota electoral del domingo pasado.

El gesto, busca guiar la política del presidente Alberto Fernández que se niega a instrumentar cambios pese a la insistencia del kirchnerismo. De hecho, hubo una tensa reunión anoche en Olivos, nada menos que con Cristina Kirchner, para tratar el tema.

Por supuesto, la vicepresidenta y líder del espacio gobernante insistió con modificar a los que considera "funcionarios que no funcionan", pero el presidente todavía es reticente a avanzar con esa medida.

Dos cabezas deberían rodar de acuerdo a la evaluación kirchnerista: el ministro de Economía Martín Guzmán y el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero. Ellos dos, al menos.

Pero el presidente no se define y desde la provincia, Kicillof le muestra el camino para inducirlo a seguir el consejo de su jefa política.