La presidenta Cristina Fernández anunció hace pocos días el plan "Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina" (Cepaga), tendiente a reintegrar la totalidad de las retenciones a los productores de trigo. El fideicomiso será conformado en el Banco Nación y administrado por los pequeños y medianos exportadores (AFA, ACA, Capeco y CIARA-CEC), en otra medida tendiente a morigerar la parte del excedente agrícola que se quedan las grandes acopiadoras y exportadoras de grano y los pooles de siembra.

Por Continental, Raúl Dente, asesor general de la Federación de Acopiadores de Cereales, afirmó que “anteriores anuncios del Gobierno nacional nunca pudieron efectivizarse”, en referencia al Plan Trigo y el Maíz Plus. En La Hora del Campo, consideró que, "si se quiere implementar un verdadero incentivo, debieron eliminarse las retenciones para que el esfuerzo fiscal, que se valora, se transfiera directamente a los productores y sirva como incentivo para sembrar".

Además, aseveró que "los fideicomisos son un mecanismo engorroso y costoso que genera dudas en cuanto a la credibilidad efectiva de su cumplimiento. No se advierte cuál es el sentido de quitar a los productores algo que luego terminarán devolviéndoselo". No obstante, destacó como "importante y un hecho sumamente auspicioso que haya un reconocimiento de los resultados negativos de la política triguera instrumentada por el Gobierno nacional en los últimos años".

Desde el Gobierno explican que el objetivo de las retenciones sigue siendo mantener bajos los precios de los alimentos respecto de los internacionales, y que la devolución mediante el Cepaga busca que la mayor parte de los recursos devueltos vayan prioritariamente hacia los pequeños y medianos productores a través de cooperativas, más que hacia las compañías internacionales.