La ex vicepresidenta del INADI, María Rachid, dijo por Continental que denunció a Morgado porque la atacó “con una patota”. En La Mañana, denunció “manejos irregulares en el organismo, como el pago del celular de la esposa” del ex presidente del Instituto Nacional contra la Discriminación.

Rachid aseguró que "estaba reservando la información para presentarla directamente en la Justicia, pero me indigna la forma en que el señor Morgado está ensuciando un organismo tan importante y me pareció que era hora de decir lo que pasó realmente en el INADI en estos pocos meses en los que asumí la vicepresidencia".

"Sabíamos por radiopasillo que había algunas irregularidades antes de asumir la vicepresidencia, pero no teníamos nada que confirmara esas versiones. Cuando asumo, planteé dos cosas en particular: que quería trabajar todos los temas que tuvieran que ver con la discriminación, y que lo iba a hacer con absoluta transparencia en el uso de los recursos y que si había algo para denunciar, lo iba a hacer. Cuando vi que algunas de estas irregularidades eran reales, acudí al directorio, expliqué y el directorio estableció un sistema de firma conjunta en donde todo lo que firmaba él tenía que firmarlo yo también. Todo lo que yo decidí lo decidí en el directorio, prácticamente todas las veces por unanimidad", aseveró.

Rachid recalcó que "el señor Morgado no tenía problemas conmigo en particular; sus problemas eran con el directorio en su conjunto. Investigué caso por caso si había trabajadores que no acudían a cumplir su tarea y dimos de baja 45 contratos que ningún director ni coordinador podía certificarme qué función cumplían; prácticamente, no hubo ninguna queja. Si maltratar es decirle a la gente que tiene que cumplir con su trabajo, no comparto la definición", adujo.

"Luego, el señor Morgado pretendía que yo firmara expedientes donde por ejemplo tenía que firmar el pago de los celulares, entre los que estaba el celular de su esposa; tenía que firmar la caja chica donde figuraban los almuerzos de todos los días en su oficina. A mí no me parece que el Estado tenga que pagar esas cosas. Hay expedientes en los que figuran transferencias de mucho dinero y no figura cuál fue la contraprestación", añadió.
 
Finalmente, aseguró que "justamente estábamos el día anterior a mi renuncia buscando en la oficina de Legal y Técnica información que explicara esas transferencias cuando llegó el señor Morgado con una patota de gente a amenazarnos y decirnos que teníamos que abandonar el edificio de una manera muy violenta; tuvimos que llamar la Policía que se llevó a esta patota. Y después el señor Morgado vuelve con una patota aun más grande y de una manera más violenta: le pegan a un chofer, empujan a una compañera. Nos arrebatan parte de la documentación que estábamos buscando, una parte la documentación pudimos conservarla y la vamos a aportar a la Justicia", anticipó.