Por Continental, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), se mostró “preocupado por la continuidad de políticas de la época de la represión”. En Magdalena Tempranísimo, recordó que las fuerzas de seguridad, independientemente de sus mandos políticos, tienen una tendencia a caer en "vicios" de épocas autoritarias, por ejemplo, el uso de picanas en la Policía bonaerense.

En otro orden, aclaró que no está “en contra de la minería, sino contra la manera en la que se están destruyendo los recursos”.

Sobre la política del Gobierno por Malvinas, consideró que “la Argentina es un país que ya ha perdido la soberanía sobre sus recursos naturales” con las privatizaciones de los años 90, que concesionaron la explotación a empresas transnacionalizadas.

Pérez Esquivel informó que le envió una carta a la flamante gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, por la minería a cielo abierto, y repasó el argumento central de su carta al primer ministro británico, David Cameron. En ella, consideró que el príncipe William, segundo en la sucesión de la corona británica, debería “aprender el ejercicio del diálogo para comprender en qué valores se basan el derecho y la justicia, fundamentales para construir la paz”, en vez de hacer instrucción militar.