El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, anunció que el Gobierno provincial dará un aumento a los docentes de 30,9 % por decreto, aunque no haya acuerdo en las discusiones paritarias. Asimismo, anticipó que se descontarán los días no trabajados a aquellos docentes que hayan adherido a la huelga: "el que no trabajó, no va a cobrar", alertó.  

Diez días se cumplen desde que el momento en que deberían haber empezado las clases y los gremios docentes continúan con el paro general lanzado el miércoles 5 de marzo. Ante ese panorama, Néstor Ribet, subsecretario de Educación bonaerense, había anticipado por Continental que Scioli analizaba distintos instrumentos, “desde las sanciones para forzar que los gremios acaten la conciliación obligatoria hasta las multas, pasando por la chance de quitar la personería jurídica a las asociaciones que siguen con las protestas”.

En La Mirada Despierta, el funcionario insistió en que los $4.700 ofrecidos son “dignos como sueldo de alguien que recién comienza con un cargo simple de 4 horas y la posibilidad de una carrera docente. Eso no significa que no haya derecho en los docentes para querer mejores ingresos, lo reconozco”, subrayó. En este sentido, advirtió que en el sistema hay más docentes que cobran alrededor de $40.000 que maestros que perciban el salario mínimo: unas 5.400 personas se encuentran entre los primeros, mientras que unas 5.000 perciben la mínima.

Según el Gobierno bonaerense, la única oferta distinta a la realizada hasta el momento (incrementos que varían del 21 al 30,9%) que pueden ofrecerle a los maestros es “discutir si podemos redistribuir esos 10.500 millones de pesos que tenemos en las bases”, es decir, “sobre los 5200 docentes que cobran el salario mínimo de 4.717 pesos”. Y recordó que “la Provincia de Buenos Aires invierte el 35 por ciento de su presupuesto en educación, son más de 53 mil millones de pesos”.