En la octava audiencia del juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, cometido casi 20 años atrás en el country Carmel, Nicolás Pachelo, el principal acusado, declaró este jueves frente al Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro que lo enjuicia. “Soy totalmente ajeno a las imputaciones, nunca tuve una discusión con María Marta. Nunca tuve un diálogo, no la conocía”, declaró.

Pachelo declaró en un contexto llenos de tensiones, luego de que se reproduzcan varios audios en las audiencias donde se lo escucha decir distintos comentarios que lo implicarían también complicaría la situación de Pachelo. Además, distintos testigos que declararon en la causa lo tildaron de violento y peligroso, aunque el implicado no dudó en referirse a estos hechos.

Cerca de las 11:30, Pachelo siguió con sus declaraciones: “Pasaba los cinco días por mi casa haciendo gimnasia. Lo han dicho mi mujer y mi mucama. Si me tenía terror, como dicen, tenía mil lugares para pasar en Carmel, no por la puerta de mi casa... Todos los testimonios que han dicho de que ella me tenía terror son todos de familiares y amigos”, declaró.

También Pachelo cruzó al empresario Mariano Maggi, que declaró en su contra por supuestamente haberlo estafado con la compra de una camioneta. En el juicio, Maggi habló de diversas situaciones de violencia, con un tono netamente intimidatorio y hasta llegó a  especificar que Pachelo lo llamó por teléfono y le dijo: “Si tuve los huevos para matar a mi padre, imaginate lo que puedo hacer con vos. Matarte no me significa nada”.

Pachelo le respondió ante el tribunal, con una chicana obvia a la familia de García Belsunce: “¿Qué tiene que ver la muerte de mi padre? Aprovecho ya que lo han traído acá. Por la muerte de mi padre, se llamó a la Policía, vino a las dos horas y media que lo encontramos, vino el fiscal, vinieron los peritos.... Estaba yo, la mujer de mi padre y mi padrino, el hermano de mi padre. Llamamos a la Policía cuando mi papá se mató; no llamamos a la ambulancia ni impedimos que se llame a la Policía, ni pusimos en la partida de defunción que murió en la Cumbrecita de Córdoba, no escondimos el arma. Lo mismo hicimos con la muerte de mi madre”.

La preocupación del acusado -que también enfrenta una serie de imputaciones por robos en countries de Pilar en el juicio, además del crimen de María Marta- es evidente: confrontar a la larga lista de testigos que lo retrataron con detalles desagradables e historias de violencia.

“Veo que hablan de mí, de mi mujer, de mis hijos, de mi padre. Yo voy aclarando a medida que haya testimonios”, siguió. Federico Ecke, el juez que preside el tribunal, le advirtió que podía carear a un testigo cuando quisiera y que se ahorrara las acusaciones de falso testimonio.