Era el partido esperado por todos y no decepcionó. Los Angeles Lakers sufrieron pero consiguieron su boleta para la postemporada tras un año sumamente tumultuoso. Le ganaron 103 a 100 a Golden State Warriors, el equipo de Stephen Curry que hizo un partido extraordinario pero aun así no le alcanzó.

LeBron James y Anthony Davis enfrentarán a los Phoenix Suns en la primera ronda de los playoffs, mientras que los Warriors se medirán frente a los Memphis Grizzlies en lo que será su última chance de seguir en la pelea por el título. En términos ideales, no existe comparación posible entre la actual plantilla de los Lakers y la de los Warriors.

El equipo angelino cuenta con el plantel más poderoso y variado de la liga, a pesar de que algunos rendimientos actuales no sean los óptimos y que las lesiones le hayan condicionado el rendimiento en la temporada regular. Sin embargo, este miércoles todos aportaron un poco y de esa manera lograron vencer a un rival muy dependiente de una figura excluyente.

Poco más de lo que hizo se le puede pedir a Curry. Fue el goleador del partido con 37 puntos, con un 52% de tiros de campo y hasta capturó 7 rebotes. Incluso, contó con una interesante y no tan frecuente colaboración de Andrew Wiggnis, que hizo 21 puntos y con un partido al menos correcto de Draymond Green y Kevon Looney en el aspecto defensivo.

Pero las variantes del equipo rival fueron demasiado. LeBron James fue el gran destacado de los Lakers. Consiguió un triple-doble, es decir, doble dígito en tres aspectos clave del juego: 22 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias. Además, metió el tiro decisivo. Cuando el partido estaba igualado en 100 y faltaba un minuto, el ex Miami Heat consiguió un triple extraordinario desde una posición lejana e incómoda.

Anthony Davis también tuvo un buen partido. Consiguió un doble-doble: 25 puntos y 12 rebotes. Más allá del enorme aporte de los dos grandes jugadores del equipo, lo hecho por otros jugadores de rol como Kenatvious Caldwell-Pope, Dennis Schröder o Alex Caruso fue determinante.

El triunfo del equipo angelino lo deposita inmediatamente en los playoffs, en la posición de séptimo clasificado, lo que implica que jugará contra el segundo, Phoenix Suns. Por otro lado, el equipo de Curry tendrá una nueva oportunidad el viernes de clasificar a la postemporada. Deberá ganarle a los Memphis Grizzlies que finalizaron novenos en la temporada regular y le ganaron su primer partido de play-in a los San Antonio Spurs por 100 a 96.