Mauricio Macri anticipó que no va a recibir a los alumnos que toman los colegios porteños.

El jefe de Gobierno porteño tildó la protesta de “autoritaria y prepotente”.

Sin ruborizarse, afirmó que los manifestantes son una “pequeñísima minoría” y que su gestión “batió récords de inversión” en el área.

En cambio, la oposición recuerda que las inversiones educativas porteñas de los últimos años se dedicaron casi totalmente a apuntalar las instituciones privadas, y que menos del 10 por ciento del presupuesto para las escuelas públicas ha sido ejecutado, por ejemplo, este año.  

La toma de colegios secundarios de la ciudad en reclamo de reformas edilicias y el derrumbe del boliche Beara, en Palermo, eran analizados esta mañana por el gabinete en pleno.

Macri también criticó a “todos aquellos funcionarios que alientan las tomas”, porque consideró que “empujan a los chicos a hacer un ingreso a la política de una mala manera”.

Los alumnos, a un mes de iniciado el conflicto, seguirán con las tomas de escuelas y facultades y realizarán cortes de calles.

Las medidas se irán definiendo día a día, en asambleas.

El jueves se movilizarán desde el Congreso hacia Plaza de Mayo, junto con docentes, con motivo del trigésimo cuarto aniversario de la Noche de los Lápices.