Otrora, Sergio Schoklender le propuso a Luis D’Elía, cuando éste presidía la Federación de Tierra y Vivienda, la firma de un convenio para construir casas industrializadas (de alta calidad) en Tigre y La Matanza. “El único requisito que nos ponía era el manejo del dinero. Nosotros aceptamos sólo porque estaban las Madres de por medio”, remarcó el líder piquetero.

La organización que manejaba D’Elía iba a aportar la capacitación y los obreros. Pero el emprendimiento nunca se llevó a cabo porque “él empezó a tener dificultades en la Fundación”, dijo D’Elía. Además, resaltó que “nunca hubo partidas para eso”.

D’Elía dijo que se sintió “sorprendido” por las condiciones que impuso Schoklender.

“Cuando el río suena, agua trae”, graficó el presidente del recientemente creado partido Miles, al justificar por qué salen ahora a la luz todos los manejos del ex apoderado de la Fundación Madres.

“Mal que a la oposición le pese, no hay ningún caso en el que haya habido desvío para las obras, que están perfectamente hechas”

“Me llama la atención que este hombre estuvo de los dos lados del mostrador: como apoderado de las Madres y dueño de Meldorek”, enfatizó D’Elía y lo calificó como “una falta de ética comercial y abuso de confianza muy grande”.

Pero D’Elía se preguntó, además, “de donde sacó los millones” para construir esa compañía. “Él ganaba cinco mil pesos y constituye Meldorek con un capital accionario de dos millones”.

“Gran parte del patrimonio de Schoklender viene de la evasión”, remarcó en La Vuelta.

“Este hombre, que alguna vez mató a sus padres vuelve a matar. Esto es matarla a Hebe en forma simbólica”, resumió D’Elía, quien aseguró que pone “las manos en el fuego” por la titular de Madres de Plaza de Mayo.