Todas las competencias de selecciones pueden significar un trampolín para la carrera de muchos futbolistas. El hecho de jugar en un torneo visto en todo el mundo resulta una importante vidriera. Pero, además, muchas veces el cambio de aire o de contexto le permite a jugadores de gran capacidad, un tanto ocultos en sus clubes, demostrar una versión distinta de su talento.