Fue Alberto Prebisch el arquitecto que dio vida al Obelisco de Buenos Aires, construido en lo que fuera una iglesia dedicada a San Nicolás de Bari, que se decidió demoler para la construcción de la avenida 9 de Julio, pesa 170 toneladas y mide 67,5 metros de altura.

Al principio tuvo muchos detractores que incluso lucharon por demolerlo, pero desde hace décadas, es el símbolo más visible de Buenos Aires. Conglomerarse en su base a causa de festejos y protestas es casi obligatorio para los porteños.

A sus 85 años, la plazoleta que los alberga y las que lo circundan son un verdadero atractivo turístico, dada la puesta en valor que ha hecho del lugar, el gobierno local.