Horacio Rodríguez Larreta siempre apostó a la moderación y la concordia. Su estrategia era el consenso y romper la grita, siempre creyó que era lo que "la gente quiere". Pero ahora se cargó la campaña al hombro y tuvo que virar.

Es que los estudios de campo, las encuestas, los focus, le mostraron que la cosa no es tan así como lo suponía. Las listas de Juntos que responden a Larreta, están poniendo en riesgo sus "votos duros" justamente por ser "blandos". Y lo único que no puede hacerse en una campaña, lo que no está "permitido" es perder al núcleo duro propio.