Nahir Galarza, condenada a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo, le contó a su abogada, Raquel Hermida Leyenda, que el homicidio en realidad lo cometió su padre, Marcelo Galarza, y que ella no lo aclaró por mandato familiar y porque hubo complidad del padre con la fiscalía.