Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la inflación de 2012 fue del 10,8, mientras que en diciembre cerró con el 1 por ciento.

Con estas cifras, en la Canasta Básica Alimentaria de una familia de cuatro personas necesitó poco más de 719 pesos para no ser indigente y más de 1.600 para no ser pobre.

Por Continental, Marcela Almeida, ex coordinadora del Índice de Precios al Consumidor y actual delegada de ATE en el INDEC, enfatizó que “los números difundidos por el Gobierno demuestran que las cifras oficiales están manipuladas” y "por eso se llega a resultados tan absurdos. Nadie puede sostener en la realidad esa cifra", planteó la funcionaria.

En Magdalena Tempranísimo, la militante trotkista consideró que "el INDEC no mide nada, no es que buscan un producto real en un lugar en particular. Hasta 2008 se publicaba una lista de precios medios de alimentos y bebidas que consideraba para realizar el índice. En 2008 se dejó de publicar".

"Al margen del indicador de inflación, que puede decirse que es frío, una cuestión económica, el indicador de pobreza e indigencia oculta a personas con necesidades, pero no son los únicos indicadores que están cuestionados. Son los más visibles, pero todos los programas han sido de una u otra manera bastardeados", subrayó Almeida.

La funcionaria, que hace poco más de dos años obtuvo un fallo favorable de la Justicia laboral para ser repuesta en su cargo tras haber sido desplazada, mencionó que "el PBI, las cuestiones que tienen que ver con empleo e ingresos también están cuestionadas, y lo mismo podría decirse del Censo 2010. Los encuestadores hacen su trabajo, pero considero que no se toma en cuenta esa información".