Se cumple un mes desde que el padre de Laura Sanoner llamó al 911 para alertar sobre una situación que le preocupaba: hacía varias semanas que no sabía nada de su hija, de 51 años. Tras el llamado, los efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires ingresaron junto a él y un cerrajero al departamento de la mujer para ver qué pasaba, en el octavo piso de un edificio sobre la calle 11 de septiembre de 1888, en el barrio porteño de Belgrano.