Axel Kicillof y el canciller Héctor Timerman reflejaron hoy sus conclusiones en el Centro de Convenciones de Brisbane, luego de participar de la primera sesión de la Cumbre del G-20.
 
 
El encuentro, que contó con la participación de los ministros de Economía de los principales países del mundo, se convirtió en una instancia más donde el Gobierno focalizó en instalar la pelea con los fondos buitre en los organismos multilaterales.
 
 
"Argentina espera tener todo el apoyo con la reestructuración de la deuda soberana", sostuvo Kicillof en diálogo con la prensa, y agregó que "es uno de los temas" de la actual Cumbre del G-20.
 
 
En sintonía con lo planteado en la Asamblea de las Naciones Unidas, el titular del Palacio de Hacienda advirtió sobre la necesidad de que exista "un instrumento internacional legal" que permita a los países con problemas de deuda enfrentar el accionar de los "sectores más especulativos, de los fondos buitre".
 
 
Sobre este tipo de regulaciones, el ministro sostuvo que existen a nivel global "fallas de coordinación" que dan carta libre a los capitales especulativos, entre ellas, la existencia de "guaridas fiscales", y que representan un "riesgo sistémico".
 
 
"La cuestión de la reestructuracion de la deuda en un marco de certidumbre y seguridad es una de las cuestiones a tratar en el conjunto de naciones", afirmó Kicillof, quien además señaló que se está "trabajando intensamente" para que el tópico sea mencionado en la declaración final del G-20.