El asesinato de Ferrando Báez Sosa entra en su etapa final al citar a declarar a dos jóvenes que estuvieron presentes en la escena del crimen y fueron sobreseídos, además de los padres de dos acusados y el testimonio de tres amigos de los rugbiers con los que se mensajearon luego de cometer el crimen.

Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino forman parte del grupo de amigos que veraneaba en Villa Gesell y presenciaron la brutal golpiza a Fernando. Tras doce días de encierro preventivo, la fiscal Verónica Zamboni ordenó su liberación por falta de pruebas.

Después de tres semanas de testimonios y 74 testigos, hoy se deben presentar ante la corte María Paula Cinalli, madre de Blas Cinalli y Rosalía Zárate, madre de Máximo Thomsen. Se espera la presencia de José Aníbal Leguiza, Juan Ignacio Neme Correa y Santino Massagli, amigos de los imputados, quienes intercambiaron mensajes de WhatsApp  luego de cometer el crimen. “Amigo, flasheamos, creo que matamos a uno”, escribió Blas Cinalli.

Las jornadas posteriores contarán con la presencia de los médicos legistas Juan José Fenoglio y el especialista en emergentología Jorge Rodolfo Velich, el oficial subayudante Andrés Martin, el perito informático Pablo Rodríguez Romero, la jea de la sección de Psicología de la Asesoría Pericial de La Plata, María del Carmen Bandaloni y el perito psiquiátrico, Agustín Shaw.

Se estima que luego de que finalicen los testimonios, los jueces dispongan un cuarto intermedio para que las partes prearen sus alegatos finales y el juicio se retome entre el 20 y 23 de Enero, dando paso a que los rugbiers puedan decir unas palabras, tal vez más interesantes que las que brindaron en febrero del 2020 y se preparen para recibir el veredicto el 31 de este mes.