Un presunto caso de contrabando generó un verdadero escándalo en la provincia de Santa Cruz y puso bajo sospecha a la municipalidad de El Calafate.

El hecho se produjo hace una semana pero tomó estado público en las últimas horas: en un operativo de rutina realizado el 24 de julio en el paso fronterizo Laurita (Río Turbio), Aduana y Gendarmería Nacional detuvieron un furgón IVECO Turbo Daily repleto de artículos electrónicos, electrodomésticos y bicicletas.

La mercadería había sido adquirida –a precios mucho menores que los del mercado nacional– en la zona franca de Punta Arenas (Chile), y lo que podía ser un posible intento de contrabando más derivó en un escándalo porque en un primer momento el conductor de la camioneta adujo que los artículos eran para la municipalidad de El Calafate, por orden del intendente kirchnerista Javier Belloni (foto).

El hecho fue confirmado por Gendarmería y, según datos revelados por OpiSantaCruz, el vehículo chapa patente JGU 785 era ocupado por Luis Roberto Esmoris y por Gonzalo Mauro Jara (el conductor), ambos de El Calafate y empleados municipales en la villa turística.

Denuncias y desmentidas

El tema se potenció cuando trascendió que los artículos incautados iban a ser entregados en los festejos del Día del Niño, en el marco de la campaña del FpV.

Cuando la noticia había comenzado a correr por toda la provincia de Santa Cruz, Esmoris (dueño de la camioneta) desmintió las acusaciones aunque admitió cuál era el destino de los artículos: "Compramos 51 bicicletas y algunos juguetes más para entregarlos el Día del Niño".

"Nunca hubo nada escondido. Nadie dijo nunca que esto era para la municipalidad. La municipalidad nunca compraría algo sin factura o en otro país, es una locura", afirmó el empresario santacruceño, que fue Director de Comercio de la Municipalidad de El Calafate durante la primera gestión de Belloni.

A través de un comunicado, Esmoris (foto) despegó al municipio de lo sucedido, pero reconoció que parte de la mercadería que quiso ingresar al país fue decomisada.

"Esta compra la realicé con mi dinero, mediante el pago con mi tarjeta de débito, por lo cual tengo en mi poder la boleta correspondiente: el inconveniente que se suscitó con mi persona en el paso fronterizo es que en ese momento no contaba con el dinero efectivo para abonar el impuesto correspondiente", explicó el empresario.

"Ante la situación planteada por las autoridades aduaneras, se me retuvieron todos estos elementos, los cuales retiraré en el momento en que el procedimiento aduanero finalice y abone los emolumentos correspondientes", apuntó.

"Yo soy un comerciante y empresario de El Calafate, que con su dinero y con su patrimonio tiene la libertad de hacer lo que quiera y en este caso comprar bicicletas para donar y regalar. Lo lamentable es que se quiera vincular al municipio de El Calafate, con esta situación personal que es de mi total incumbencia y de lo cual, reitero, no tiene ninguna relación ni responsabilidad el Municipio", completó.

De todos modos, la aclaración del empresario se contrapone con lo que reveló el Comandante de Gendarmería del Escuadrón Nº 43, Cristian Rodríguez, quien en FM Tiempo admitió que entre la mercadería incautada había "una variedad de artículos de electrónica, bazar y menajes y juguetería, entre otras cosas".