El ingeniero civil de SBASE Raúl Ávila aseguró que "no hay que cerrar" la línea A para cambiar la flota de trenes. "La experiencia indica que se hicieron obras mucho más complicadas y no fue necesario cerrar el servicio".

"En ningún momento se paró el servicio cuando el gobierno nacional realizó la obra de modernización de la línea A que incluyó el cambio de las vías y el sistema de señalización, la instalación eléctrica y hasta la reconstrucción de las estaciones con réplicas de las mismas cerámicas de principios de siglo", recordó Ávila. Y agregó: "Todos esos trabajos, que eran más complicados que el reemplazo de formaciones, se hicieron desde las 12 de la noche a las 4 de la mañana".

En sintonía, el “metrodelegado” Roberto Pianelli señaló que la suspensión del servicio es “totalmente innecesaria”. Y explicó: “Subir los vagones viejos y bajar los nuevos puede llevar dos días. En todas las líneas se cambiaron trenes y el subte no se paró ni 10 minutos. En este caso hay que cambiar el sistema energético para darle más potencia, pero de todas maneras eso lleva dos o tres días; exagerando, una semana, no más”.

Asimismo, Pianelli sostuvo que el objetivo del gobierno porteño es “generar un hecho de impacto: cambiar los coches, darle una lavada de cara a la línea pintando las estaciones y hacer la gran reinauguración”.