La victoria de Juntos resultó inapelable en todo el país y el gobierno empieza a enfrentar una crisis de proporciones incluso cuando la PASO solamente deciden quienes serán los candidatos en noviembre.

En la provincia de Buenos Aires, su bastión electoral histórico y donde, para considerarlo una victoria deberían haber ganado por más de 5 puntos porcentuales, terminaron derrotados por mas o menos ese porcentaje, es decir, quedaron 10 puntos por debajo de lo esperado.