Hace un tiempo largo que Guillermo Vilas (70 años) se encuentra radicado en Mónaco, donde comparte su vida con su esposa tailandesa Phiang y sus cuatro hijos. Y, a pesar de toda la exposición que había ganado en su época como uno de los mejores tenistas del mundo, hace bastante que no aparece públicamente, dado que está atravesando una enfermedad neurodegenerativa.