El Gobierno rechazó la citación del embajador argentino en Israel a raíz del acuerdo con Irán por la causa AMIA y lo consideró "un acto impropio" que "va en contra de las tradicionales relaciones de amistad que existen entre ambas naciones".

En un comunicado, la Cancillería remarcó que el atentado del 18 de julio de 1994 "no involucró a ningún ciudadano israelí" y resaltó también que la Argentina "jamás ha citado a un embajador israelí para pedirle explicaciones sobre acciones de su gobierno".

"La Cancillería argentina expresa que dicha citación para reclamar explicaciones sobre decisiones soberanas de la República Argentina es un acto impropio que se rechaza en forma enérgica y que va en contra de las tradicionales relaciones de amistad que existen entre ambas naciones", apuntó la cartera que conduce Héctor Timerman.