Un grupo de personas violentas entremezclados  con los hinchas argentinos, se quedó hasta última hora en el Obelisco y se enfrentó violentamente con la policía, que intentaba ingresar a la estructura del monumento para sacar a una persona que se asomaba por las ventanas.

De la refriega quedaron 14 detenidos y 21 oficiales de las fuerzas del orden fueron heridos de diversa gravedad.

Los agresores, arrojaron piedras y botellas contra unos pocos policías en el lugar, y los mismos, respondieron con balas de goma para repeler el ataque. La zona quedo transformada en un verdadero caos y un enorme basural.