Continúan las repercusiones por el fallo amistoso de la Corte de Apelaciones de Nueva York para con los fondos buitres NML Capital y Aurelius Capital, que reclaman el pago de 1.333 millones de dólares más intereses. No aceptaron la propuesta argentina de practicar un recorte a la deuda similar a la realizada en los dos tramos de la reestructuración de la deuda soberana argentina en 2005 y 2010.

“Si el fallo adverso para la Argentina queda firme, podría desatar nuevas demandas por un total de 20.000 millones de dólares en títulos que continúan en cesación de pagos”, analizó por Continental el ex director del FMI Claudio Loser. Según diversos especialistas, las otras dos opciones son entrar en default o intentar pagar en otra jurisdicción “con algún canje”.

En Magdalena Tempranísimo, Loser reiteró que, de algún modo, el fallo “ayuda al Gobierno” argentino, ya que “la medida queda en suspenso hasta que la Corte Suprema estadounidense defina si toma el tema o no. En el caso de que rechace encargarse de la causa, no habría otra instancia de apelación en la Justicia de ese país”, resumió.

Para Loser, esta situación “podría haberse evitado si el Gobierno se sentaba a discutir con los bonistas”, pese a que éstos se negaron, en las negociaciones efectivamente realizadas, a aceptar la menor quita en lo que demandan, lo que cierra el camino a cualquier negociación. Para Loser, “el fallo es constitucional y no va a tener consecuencias en otros países”, por lo tanto, “deja a la Argentina sola”.

El viernes, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York rechazó la propuesta que presentó la Argentina para cumplir con el fallo del juez Thomas Griesa, quien ordenó el pago en efectivo de u$s1.330 millones más intereses a los acreedores que entablaron reclamos judiciales en los Estados Unidos.