Tras el pedido de la Corte Suprema y la denuncia de la Iglesia católica contra el narcotráfico, se conoció el primer anuncio oficial. El director de la AFIP, Ricardo Echegaray, prometió que la totalidad de la frontera norte “estará vigilada con escáneres en 2014”. Informó la compra de 15 equipos destinados a reforzar el control sobre los contenedores.

Los escáneres son utilizados para controlar la mercadería que ingresa al país en los puestos de aduana. A través de un sistema que permite distinguir la materia orgánica de la inorgánica, esos equipos son capaces de detectar la presencia de drogas.

Por Continental, Graciela Fernández Vecino, camarista federal de Tucumán, consideró que “no es fácil de resolver el problema del ingreso de la droga por el norte y por Paraguay”. En Magdalena Tempranísimo, reclamó en ese sentido “que se nombren jueces en los puestos que aún están vacantes y que también se refuercen las tareas de prevención”.

Fernández Vecino reflexionó que, “por la falta de trabajo de inteligencia, siempre se detiene a los estratos más bajos del negocio de la droga y nunca se escala para llegar a quien lo controla. La policía sabe dónde se vende droga, pero detener a quienes venden al menudeo no sirve, porque inmediatamente son reemplazados por otros”, alertó.

“La solución no pasa por detener a adictos ni vendedores minoristas, sino por crear fuentes de trabajo, contener a los jóvenes y terminar con la exclusión social”, preconizó Fernández Vecino, quien enfatizó que, actualmente, “los jueces deben atender en varias provincias a la vez por la gran cantidad de juzgados vacantes”.