La Federación Agraria Argentina (FAA) salió al cruce de declaraciones del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y aseguró que el "fracaso de las políticas ganaderas es la verdadera causa de los problemas con la carne".

"Capitanich tuvo un nuevo episodio de incontinencia verbal. En su afán por explicar la suba de los precios de la carne en los mostradores, pretendió convencer a la sociedad que estos aumentos se deben a la actuación de especuladores", sostuvo la entidad que preside Eduardo Buzzi.

En el escrito, la Federación Agraria expresó que "es una lástima que –después de tanto tiempo sin funcionarios que brindasen explicaciones públicas sobre las políticas oficiales- el jefe de Gabinete utilice de esta forma su atril cada mañana, montando episodios más cercanos al relato que a la realidad".

Además, señaló que "los sectores productivos seguimos recibiendo ataques, cuando lo que el ganadero necesita es asistencia crediticia, para poder recuperarse de todo lo que se retrocedió en este tiempo".

"Estamos consustanciados con la producción de más alimentos para más compatriotas. Y decimos al gobierno que -antes que mencionarla tanto en sus relatos- a la mesa de los argentinos deberían defenderla con sus políticas. No lo han hecho, y por eso hay problemas con la carne, como ya los padecimos con el trigo", dijeron los federados.

Recomendaron que "el gobierno nacional debería explicar a los argentinos que los problemas de la ganadería nacional no empiezan
en la última semana, sino que llevan años".

"Tendría que informar, en lugar de seguir buscando culpables afuera, que sus políticas han determinado la pérdida de 10 millones de cabezas. O dar a conocer que en 2005 el país exportó 750 mil toneladas de carne, y en 2013 apenas superamos las 200 mil toneladas vendidas al exterior, menos de la tercera parte", dijeron.

Además, señalaron que "lo que tiene que saber la sociedad es que detrás de la producción de carne hay mucha mano de obra nacional, hay toda una cadena que ocupa a unos 2 millones de personas".

"Cuando aparece la preocupación por el precio, debería decirse que un kilo de carne puesto en una carnicería necesita antes 3 años de
trabajo, entre el servicio, gestación, destete, cría, engorde, luego el paso por un matadero, desposte y frigorífico, hasta llegar al mostrador. Se entiende entonces que sin políticas de largo plazo, la actividad haya retrocedido", manifestaron.

Recordaron que desde marzo de 2006, "cuando Néstor Kirchner ordenó cerrar las exportaciones e iniciar un proceso de intervención distorsiva en el mercado y en la actividad", se perdió la previsibilidad.

"Desde aquel momento, muchísimos pequeños y medianos productores ganaderos se vieron obligados a liquidar rodeos, se
cerraron frigoríficos", sintetizaron.