“El fútbol es un deporte donde juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania”, sentenció alguna vez, con su habitual ingenio, Gary Lineker, figura inglesa y goleador del Mundial de México 1986. A 35 años de la final de aquel torneo que coronó a la Argentina unos pocos días después de haberle dado una lección histórica a Inglaterra, el equipo de Gareth Southgate rompió con aquella máxima de Lineker.