El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, fue arrestado en el aeropuerto neoyorquino John Kennedy y acusado de “acto sexual criminal, detención ilegal e intento de violación” de la empleada del hotel de Manhattan donde se alojó los últimos días, consignó anoche una fuente policial.


Según medios de prensa estadounidense, Strauss-Kahn, casado y de 62 años, habría agredido sexualmente a una camarera del hotel Sofitel New York, en las calles 45 oeste y 44, en el corazón del distrito donde se encuentran grandes teatros neoyorquinos. El diario The New York Times dijo que el jefe del FMI fue arrestado en la tarde de ayer por tres funcionarios de la Autoridad Portuaria dos minutos antes de que su avión de Air France partiera con destino a Francia, donde Strauss- Kahn figura a la cabeza de los sondeos para las presidenciales del año próximo como precandidato del partido socialista. El diario dijo que la policía estaba investigando anoche la veracidad de la denuncia de la mucana. Hasta la medianoche argentina, ningún allegado ni representantes de Strauss-Kahn estuvieron localizables para comentar el episodio en nombre del funcionario del FMI.



El diario sensacionalista The New York Post informó anoche que la agresión sexual de la que se lo acusa se produjo cuando Strauss-Kahn salió desnudo del cuarto de baño de la habitación del hotel mientras ingresaba una camarera. Citando fuentes policiales anónimas ligadas al caso, el diario dijo que el jefe del FMI forzó a la empleada a practicarle sexo oral.



A su vez, la agencia AP informó que la mucama huyó de la habitación poco después de las 13 de ayer y llamó a la policía. Paula Browne, vocero de la policía de Nueva York, dijo que Strauss-Kahn dejó su celular y otros artículos personas en su habitación del Sofitel, hotel cercano Times Square.
El incidente tomó estado público cerca de las 21 (hora argentina). Anoche, Strauss-Kahn había sido puesto bajo custodia de la Policía y era interrogado en relación con la denuncia. Finalmente, le formalizaron los cargos.



Strauss-Kahn, que se perfila como uno de los favoritos a las elecciones presidenciales francesas de 2012, fue detenido cuando se encontraba ya dentro del avión. Hoy, domingo, debía mantener un encuentro en Alemania con la canciller Angela Merkel.



El arresto del jefe del FMI se produce un día después de que personas cercanas al político socialista hubieran asegurado a la prensa que era víctima de una campaña de desprestigio por parte del entorno del presidente francés, Nicolas Sarkozy, preocupado por la popularidad en las encuestas del probable candidato socialista en las elecciones del año próximo. La campaña se centraría en presentar a Strauss-Kahn como un elitista y partidario de un estilo de vida suntuoso. Uno de los últimos episodios que lo salpicaron fue su paseo en París a bordo de un lujoso automóvil Porsche, que fue ampliamente difundido por la prensa francesa con grandes críticas. Hasta esos incidentes, Strauss-Kahn –siendo aún un precandidato en el socialismo– llevaba la delantera en los sondeos como el líder más apreciado, por encima incluso del presidente Sarkozy y de la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen. Pero con la aparición del Porsche su figura comenzó a caer en los sondeos.



El predicamento del jefe del FMI en la política francesa era notable hasta ayer, en especial dentro de su partido. Siendo el favorito para luchar con más chances por las presidenciales, todas las demás estrellas del firmamento socialista galo se mantenían a la expectativa sobre si finalmente decidía o no presentarse como candidato. Los socialistas celebraron la semana pasada los 30 años de su histórico triunfo con Francois Miterrand. Desde entonces, perdieron las tres elecciones siguientes. Habrá que ver cómo esto afecta la elección francesa y la interna en el FMI.


Esta no es la primera vez que Strauss-Kahn, casado con la periodista de TV Anne Sinclair, se ve involucrado en un escándalo de faldas. Con fama de mujeriego, aceptó públicamente en 2008 haber cometido “un error de juicio” por haber mantenido un idilio con una de sus subordinadas en el Fondo.