A pesar de la continua inestabilidad política, la presión de la influencia iraní y estadounidense y el resurgimiento de la presencia de ISIL (ISIS), Irak enfrenta su desafío más importante en otros lugares: el cambio climático.

El medio ambiente se está convirtiendo cada vez más en un problema para el país, y ahora se cuestiona la futura habitabilidad de vastas áreas.

Históricamente, los ríos Éufrates y Tigris se consideran las líneas vitales de la tierra fértil de Irak. Sin embargo, el cambio climático y la sequía asociada están causando estragos de proporciones sin precedentes.

La agricultura sigue siendo el sustento de la mayoría de las personas en todo el país, pero los agricultores iraquíes se enfrentan cada vez más a la aterradora realidad de que los suministros de agua se están agotando rápidamente .

El Banco Mundial advirtió recientemente que Irak se vería particularmente afectado por el cambio climático, con un efecto significativo en la economía y el empleo.

El país podría sufrir una caída del 20 por ciento en los recursos hídricos para 2050, con casi un tercio de la tierra irrigada en Irak reseca.

“Sin acción, las limitaciones de agua provocarán grandes pérdidas en múltiples sectores de la economía y llegarán a afectar a más y más personas vulnerables”, dijo  Saroj Kumar Jha, del Banco Mundial.

George Zittis, científico investigador asociado sobre los impactos del cambio climático en el Instituto de Chipre, dijo que en los últimos 40 años Irak y las áreas circundantes han sido testigos de un calentamiento acelerado de alrededor de 0,4 grados Celsius (0,7 grados Fahrenheit) por década.