Gran Bretaña ha puesto en práctica con absoluta claridad su política de fin de pandemia. El primer ministro, Boris Johnson, ya había anunciado el levantamiento de casi todas las medidas restrictivas existentes desde febrero de 2020. Pero este miércoles realizó un anuncio que va un paso más allá: quienes den positivo de COVID-19 ya no tendrán que aislarse.

Johnson se hizo presente en la sesión parlamentaria semanal en la cual es sometido a diversas preguntas. Respecto a las cuestiones vinculadas a la pandemia, aseguró que Gran Bretaña estará en condiciones de levantar las pocas medidas restrictivas que le quedan el 21 de febrero.

El plan diseñado por el Poder Ejecutivo inglés tenía como objetivo dar por finalizadas todas las regulaciones de esta índole en marzo, pero dados los números de casos alentadores que tiene el país luego de haber atravesado una ola compleja de la variante Ómicron a principios de enero, generan el optimismo suficiente como para pensar en levantarlas un mes antes.

Gran Bretaña, donde se registraron más de 159 mil muertes desde el inicio de la pandemia fue uno de los países más golpeados por el coronavirus. Sin embargo, el fin de la medida mediante la cual se obligaba a un aislamiento de cinco días a cualquiera que diese positivo de COVID-19 le da a la población una esperanza grande.

De todas maneras, el portavoz de Johnson aclaró que en caso de tener que volver a implementar medidas restrictivas con el fin de controlar una eventual suba de casos, lo harán sin inconveniente.