El presidente lo dijo durante el final de la negociación y lo repitió anoche, en el canal C5N: Cristina Fernández de Kirchner, su vicepresidenta, está de acuerdo con la negociación con el Fondo, la siguió día a día y no coincide con la postura de su hijo, Máximo.

¿Es así? Quien sabe, Cristina no se ha expresado al respecto. En el gobierno nacional, oran a todos los dioses de todos los credos, para que Cristina no haga alguna manifestación cercana a la de su hijo, para que no lo respalde, porque el gobierno volvería a una crisis política similar a la que tuvo post primarias en setiembre de 2021 y porque el FMI podría tomar otra postura frente al preacuerdo.

La tendencia de Cristina al silencio de los últimos tiempos, hace que el presidente se pueda arrogar el rol de exégeta y pueda decir en un canal de televisión lo que ella piensa. "Salvo que hable", dicen claro, dentro del gobierno.

En el entorno de la ex presidenta dicen que ella piensa lo mismo que su hijo, especialmente respecto de lo que hizo Néstor Kirchner y su actitud frente al Fondo. La cuestión pasa por si la cabeza del kirchnerismo decide manifestarlo o no, en su medición de los tiempos políticos, en su carácter de estratega.

La otra gran duda de Alberto es la respuesta de su bloque en el Congreso, especialmente en diputados, porque muchos de ellos son Cámpora y respoden directamente a Máximo. ¿Votarán a favor del acuerdo o tendrán que recurrir a arrodillarse frente a la oposición buscando sus votos?. 

Después de un enorme respiro financiero que el gobierno obtuvo el viernes de la semana pasada, vino el ahogo político interno, graficado en la respuesta de Máximo que podría ser el inicio de un cisma.