El primer tiempo tuvo un claro dominador. Y no fue el que tuvo la pelota el 60% del tiempo, fue el que entendió como se juega al futbol en estos tiempos. Porque sí, el Barcelona tuvo la posesión y, como desde hace ya unos cinco años, no se entiende bien para que la quiere. Lo que quedó claro es para que, el Madrid no la quiere: para salir a toda velocidad cuando la intrascendencia de su contrario lo lleva a perderla.