El arzobispo de La Plata, Gabriel Mestre, presentó su renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis metropolitana de La Plata, la cual fue aceptada por el Papa Francisco. La renuncia se produce luego de que el Sumo Pontífice solicitara a Mestre dialogar sobre aspectos de la Diócesis de Mar del Plata, tras su traslado a la Arquidiócesis de La Plata en septiembre del año pasado. 

En una carta pública, Mestre explicó que, después de confrontar percepciones distintas sobre su gestión en la Diócesis de Mar del Plata, el Papa Francisco le pidió la renuncia a la sede platense. Mestre expresó que redactó su renuncia con paz y rectitud de conciencia, confiando en la verdad y mostrando obediencia al Santo Padre. 

El arzobispo Mestre, ordenado sacerdote en 1997 y elegido obispo marplatense en 2017, fue designado para reemplazar a su predecesor en La Plata. Su renuncia, aunque sorpresiva para muchos, ya estaba resuelta previamente. 

Durante el Tedeum platense del 25 de mayo, el arzobispo instó a escuchar a los más pobres y vulnerables, buscando dar respuestas a sus necesidades. A pesar de que no se detallan las conversaciones que llevaron a la renuncia, se entiende que las diferencias de percepción estaban relacionadas con la situación en la Diócesis de Mar del Plata.