El papa Francisco puse en marcha este fin de semana un proceso que puede cambiar el futuro de una institución que, a lo largo de los siglos, se ha convertido en símbolo de una rígida jerarquía, conservadurismo y poca transparencia.

El Sumo Pontífice urgió a los católicos a "no quedarse encerrados en sus certezas", sino "escucharse los unos a los otros" al presentar la iniciativa en la misa de este domingo en la Basílica de San Pedro.