Fernando Molinas, hijo del fallecido fiscal de Investigaciones Administrativas del gobierno de Raúl Alfonsín, Ricardo Molinas, sostuvo que “no es cierto” que en el trabajo que realizara su padre sobre Papel Prensa no hubiera encontrado irregularidades. Molinas hijo detalló una serie de cuestionamientos del entonces fiscal a Alejandro Lanusse, David Graiver, Montoneros, Jorge Rafael Videla, Eduardo Massera, Orlando Agosti, Raymundo Podestá y José Alfredo Martínez de Hoz, y al gobierno de Raúl Alfonsín en su relación con Papel Prensa.

“El dictamen de la fiscalía lo que hizo fue efectuar una serie de denuncias penales por distintos hechos que la fiscalía detecto desde la propia creación de Papel Prensa. Por ejemplo, la acusación al ex presidente de facto Lanusse era por la adjudicación directa del proyecto de Papel Prensa. La acusación a la junta de comandantes que encabezaba Videla fue por aprobar la transferencia accionaría a sabiendas de que el titular encubierto era Greiver y parte de esas acciones habían sido compradas con dinero ilegal porque venían de el secuestro de los Born”, sostuvo el Dr. Molinas hijo.

Sin embargo, Molinas padre no efectuó imputación alguna a los diarios compradores de las acciones en 1976 ni solicitó la nulidad de la operación. De la lectura del informe, surge además que Molinas afirmó, respecto de los tres diarios, que “no existe prueba alguna contra ellos que permita formularles un cargo concreto, apareciendo –prima facie- como terceros de buena fe.

“El contrato original de Papel Prensa establecía que toda transferencia accionaria debía ser aprobada por el Estado. O sea, al ser al ser un proyecto estatal que tenía beneficios, entre por ejemplo, todos los diarios del país empezaron a pagar un 10% de aportes a la importación de papel que estaban destinados a la construcción de esta planta de papel. Como el titular de ese proyecto iba a tener una serie de beneficios tenia que cumplir una serie de requisitos en el Estado; entre ellos que no podían transferirse las acciones si el Estado no las aprobaba expresamente. La transacción no fue aprobada y se llego hasta el año ´76 donde todo el paquete accionario estaba en las manos encubiertas de Graiver, él muere y en noviembre de ese año, Francisco Manrique que había sido el jefe de Graiver y tenia relación con él; compadeció ante la familia y declaró que era decisión de la Junta que el Grupo Graiver se disuelva y que tiene que transferir Papel Prensa y que los compradores ideales eran los diarios (Clarín, La Nación y La razón). Es cierto que en ese entonces cuando se les preguntó si hubo alguna presión, la familia Graiver confesó que el Estado les dijera, que una dictadura les dijera, que era una decisión de la Junta que se desintegraran y vendieran era una presión que no podían cambiar pero también se les preguntó expresamente si habían recibido presiones de los diarios a lo que dijeron que no”, admitió el hijo del ex fiscal Ricardo Molinas, Fernado.