La Cancillería argentina emitió un comunicado sobre el conflicto en Medio Oriente entre israelíes y palestinos, donde califica las acciones de Israel como "uso desproporcionado de la fuerza". Más allá del daño que pueda producirse en las relaciones con ese país, el comunicado puede tener consecuencias adicionales.

El comunicado dice: "La República Argentina expresa su honda preocupación por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina, el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza. Todo ello condujo a una escalada de la violencia, que condenamos, que causó numerosas víctimas fatales, cientos de heridos y trajo mayor sufrimiento a la región y sus habitantes”.

La embajada de Israel en Argentina condenó el comunicado, pero además, el país hebreo es aliado estratégico fundamental de todos los países occidentales en un región en extrmo conflictiva, donde se juegan intereses económicos de alto impacto como el petróleo. Por eso, más allá de como se use o no la fuerza, las condenas suelen ser moderadas, para evitar un choche diplomático con Israel.

De hecho, buena parte de los fondos de la reserva federal de los Estados Unidos, esta compuesto de capitales israelíes. Si el presidente selió a buscar ayuda para renegociar la deuda externa, seguramente sería conveniente mantener a la Cancillería un poco menos activa, para que no sea Isreal quien tras bambalinas, quien conspire contra el éxito de la labor.