Miles de pequeños comercios y cuentapropistas del interior del país empezaron a usar en 2022 aplicaciones desarrolladas por Fintechs y bancos públicos para aceptar cualquier forma de pago a través de un teléfono celular o de tarjetas. Una demanda que creció en torno a un 150% interanual en comercios ubicados en las provincias del NEA, NOA, y la Patagonia.