En sus redes se presenta como periodista y cocinera. Con sus padres metidos en el oficio desde chica, Dominique Metzger se impone como una de las figuras femeninas de los medios de comunicación.  Es conductora en el programa "Buen día continental", al aire de de  6 a 9 horas, junto a Diego Schurman y también trabaja el el programa de televisión "Nuestra tarde" en Todo Noticias.

¿Cómo empezaste a trabajar en los medios?

Empecé a trabajar en los medios no buscándolo, porque yo venía del mundo de la gastronomía que era lo que quería hacer. Estudié la carrera, me puse a trabajar en la cocina y me di cuenta que no era lo mío. Yo vengo de padres que trabajan en los medios, mi papá y mi mamá, y cuando deje la cocina mi papá me preguntó que iba a hacer. Él justo tenía un programa en Canal 7 a la mañana, un noticiero que se llamaba "Desayuno", y me dijo bueno vení acá a trabajar conmigo, atendé los teléfonos y mientras vas viendo que queres hacer. Y ahí arranqué, y me di cuenta que lo mío eran los medios de comunicación.

Me puse estudiar de inmediato periodismo y me doy cuenta que en realidad lo que yo quería hacer, era ser periodista y dedicarme a estar del otro lado del micrófono. Y arranqué, así de esta manera, un poco de casualidad y otro poco evidentemente estaba latente desde pequeña. Estoy en un lugar de medios de comunicación y siempre me gustó, pero quería diferenciarme del resto de la familia pero no se puede, lo que uno lleva lo lleva en la sangre y creo que es lo que a mi me pasó. 

¿Qué consideras que es lo mejor de la profesión?

La verdad es que lo mejor, es siempre mucho más que lo que tiene de malo la profesión. Lo mejor que tiene es que no es rutinario, es dinámico, lo vas viendo a medida que van surgiendo los resultados. No es que haya que esperar, es una nota ahora y el resultado salió. Lo conseguiste, estás ahí, y lo más hermoso que tiene esto es la comunicación, el poder contar historias, en cambiar los climas, en estar en distintas partes contando lo que sucede, en conocer gente, en dar a conocer historias… Es muy gratificante. 

¿Y lo peor del oficio?

Lo peor es que a veces es duro este país, tiene cosas que son muy hostiles, reiterativas. Nos cuesta salir de lugares complejos. Entonces, a veces uno reitera demasiado cosas que son fuertes, historias de adversidades, de inseguridad. Es difícil también a veces estar todo el tiempo dando noticias que son duras. Económicamente las cosas no están bien, entonces eso a veces eso se hace cuesta arriba, porque uno vive en sociedad y también te afecta todo eso. 

¿Recordás algún momento especial o anécdota específica que hayas vivido en la radio y que te haya marcado?

Mi anécdota en la radio sin lugar a dudas tiene que ver con como me marcó la pandemia. Fue trabajar de una manera que yo nunca antes había trabajado. Habíamos justo arrancado el programa a la noche, que iba de 20 a 24 horas. Era una idea totalmente distinta a lo que iba a ser.

Arrancamos y a las tres, cuatro semanas, vino la pandemia y nos hizo cambiar sobre la marcha. Tuvimos que reinventarnos y la radio fue la compañía más maravillosa que me parece que la pandemia dio. Nosotros a la noche teníamos un espacio y la gente nos agradecía la compañía al estar encerrados. Sentía que había una cosa de conectividad hermosa. Tengo ese recuerdo en el programa "Mañana será otro día" que fue maravilloso y me marcó. 

¿Adonde querés llegar, cuál es tu próximo objetivo?

Pensando en objetivos, yo quiero seguir creciendo en la radio. Creo que me gustaría ser la figura femenina en radio, sobre todo en las AM. Es un espacio que está muy limitado para nosotras las mujeres, vos ves que no hay caras fuertes ni figuras en cantidad de mujeres conduciendo. Soy una de las privilegiadas y de las muy pocas que hay, y me parece que eso es un espacio a consolidar aún más y a llevarlo a próximos niveles de crecimiento. Quiero ser un referente de las mujeres en la radio argentina, ese es mi objetivo.