La Cámara de Diputados convirtió en ley la declaración de Ushuaia, un documento simbólico que ratifica la soberanía sobre las Islas Malvinas y respalda las medidas del gobierno en la disputa con Londres.

Por unanimidad y después de casi seis horas de debate, el proyecto se aprobó a mano alzada, con la presencia de ex combatientes que se acercaron al Congreso para acompañar la declaración.

El cierre del debate estuvo a cargo de Julián Dominguez, presidente de la Cámara Baja, quien recordó que en 1982 tenía 18 años y fue movilizado para la guerra aunque finalmente no llegó a viajar a las islas.

“Si en ese momento nos decían a nosotros que las distintas fuerzas políticas del país iban a unificar una posición común nos parecía una utopía y a 30 años se logró”, afirmó el ex ministro de Agricultura.

El titular de la comisión de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona, había sido el primero en la lista de oradores, al destacar la "actitud negociadora del gobierno nacional y su posición de firmeza para que el Reino Unido deje de violar los tratados internacionales y se siente a negociar".

Según resaltó, en la declaración "se denuncia también la situación de militarización" del Atlántico Sur, ya que el país "tomó la decisión de mantener el océano como espacio de paz".

"Creemos fundamental que esta declaración, una vez aprobada, sea remitida a los distintos parlamentos del mundo, especialmente los latinoamericanos", agregó Carmona.

El radical Ricardo Alfonsín sostuvo que para esta declaración no los impulsó "un rencor hacia el pueblo inglés, ni a los habitantes de Malvinas".

"Nuestro conflicto no es con un pueblo, es con el imperialismo. Reclamamos al Reino Unido que se avenga a negociar", resaltó Alfonsín.

Por su parte, el socialista del Frente Amplio Progresista (FAP), Juan Carlos Zabalza, destacó "la labor del gobierno nacional en el Mercosur, ya que han propiciado un proceso de consolidación importante, porque América Latina es un continente con gran potencial".

Luego, el titular de la bancada del PRO, Federico Pinedo, inició su exposición y el ex diputado radical, Héctor Di Tullio, le gritó "traidor" en lo que fue el único incidente de la jornada.

"Hay que buscar todo para negociar. Todas las acciones patrióticas o patrioteriles que contribuyen a que Gran Bretaña no se siente a negociar me parece que no sirve", dijo Pinedo, desatando los cuestionamientos del ex legislador, que estaba en el espacio de los asesores.