La presidenta Cristina Kirchner aceptó la renuncia de su médico histórico, Luis Buonomo, quien dejó su cargo por cuestiones "personales", y ratificó la continuidad de Marcelo Eduardo Ballesteros, que desde ahora se desempeñará como director de la Unidad Médica Presidencial. 

Si bien la reformulación de la Unidad Médica Presidencial se conoció públicamente en el Boletín Oficial de este jueves, los
cambios se realizaron hace más de una semana, el pasado 4 de junio.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, confirmó en su habitual conferencia de prensa el alejamiento de Buonomo "por cuestiones personales" y, sin dar mayores precisiones, aseguró que la Unidad Médica Presidencial "tiene un nivel de asistencia perfectamente asignada por profesionales en la materia".

Amigo de la familia Kirchner, Buonomo supervisó desde 2003 los distintos episodios de salud que afectaron tanto a Cristina
Fernández como a su esposo, el exmandatario Néstor Kirchner, hasta su fallecimiento.

Sin mayores detalles, se supo que el médico hizo frente a dolencias cardíacas en los últimos meses, lo que habría motivado su alejamiento, dando lugar a Ballesteros, quien ya se desempeñaba en el equipo médico presidencial.

Sin embargo, la salida de Buonomo del equipo médico estuvo varias veces en danza, no sólo tras el fallecimiento de Néstor
Kirchner sino luego del error de diagnóstico previo a la operación de la Presidenta por el carcinoma de tiroides en enero de 2012.

La ausencia de Buonomo llamó la atención cuando el mes pasado Ballesteros estuvo a cargo de la internaron de Ofelia Wilhelm,
madre de Cristina Kirchner, quien fue operada por una fractura de cadera, en medio de un tratamiento oncológico.

En 2007 Buonomo fue designado, por decreto de Cristina Kirchner, con el rango de secretario de Estado a cargo de la coordinación de la prevención y la atención de la salud de la Presidenta y de su familia, y firmó cada parte médico respecto de
la mandataria durante los últimos años, ya fuese por la realización de intervenciones quirúrgicas, chequeos, estudios de rutina o cuidados por afecciones leves.

Buonomo y el equipo médico presidencial, tuvieron y tienen una intensa actividad, ya que se ocuparon en los últimos años de las
diferentes dolencias que padeció la mandataria, como el carcinoma de tiroides, el hematoma intracraneal y los repetitivos cuadros de lipotimia.